Café.

El café, el chocolate, el té, son unas de las principales fuentes de cafeína, la cual tiene varios efectos, que principalmente son: psicoestimulantes, respiratorios, músculo- esqueléticos y cardiovasculares.
El consumo de café desciende el riesgo de ataques al corazón, protege contra la  demencia, pero por el contrario aumenta la ansiedad, ardor en el estómago y empeora los sofocos menopáusicos.
La primera taza de café al día, puede generar una necesidad de ir al baño más rápido de lo habitual, esto se debe a que la cafeína estimula y aumenta las contracciones del intestino, provocando que los nutrientes tengas menos tiempo de ser absorbidos, esto puede ser perjudicial si no se esta llevando una dieta adecuada.
El consumo excesivo de café también puede aumentar el riesgo de osteoporosis ya que tambíen interviene el la absorción  de calcio, y acelera la excreción del mismo, lo que provoca una pérdida ósea. También puede intervenir en la absorción de hierro.
La cafeína se puede considerar una droga de abuso.
Regularmente lo recomendable es tomar tres tazas de café al día, debemos de tomar en cuenta que una persona con alguna enfermedad cardíaca, debe reducir el consumo de café ya que puede ser perjudicial para su salud.
El café puede verse como un arma de doble filo, o una doble cara, tiene beneficios que nos ayudan mucho, pero en exceso pude ser incluso mortal.

Referencias:
Lozano, R. P., García, Y. A., Tafalla, D. B., & Albaladejo, M. F. (2007). Cafeína: un nutriente, un fármaco, o una droga de abuso. Adicciones, 19(3), 225-238.
https://www.google.com/search?site=imghp&tbm=isch&q=caf%C3%A9&tbs=sur:fmc#imgdii=IbBa7t8crq0L7M:&imgrc=IbBa7t8crq0L7M: